Desconozco el sabor de tu
piel
el perfume de tu cabello
el color de esos ojos
dolidos
y el cálido aliento de tu
boca
pero sin embargo respiro
sueños
y siento el aire lleno de
ti.
El agua que presuroso bebo
en la dulce fontana de
marfil
presagia un enigmático
mañana
que me dice que estas ahí
y una llama que alumbra
sombras
adormece mi cuerpo
y se apodera de su
interior.
Tal cual la lluvia penetra
el aire un suspiro resbala
caprichoso sobre suaves
pétalos
que se ofrecen
mientras la tarde transita
el camino que la noche
transforma en misterio.
Ansias de sentir
y ver ese más allá
que enciende la esperanza
de un amor sin fronteras.
Anónimo
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